La organización mundial de la salud (OMS) ha incluido el fenómeno conocido en inglés como “burnout” dentro de su lista de enfermedades y desordenes que afectan la salud mundial (ICD-11).1 Burn-out se refiere al agotamiento laboral, a sentirse quemado, o extremadamente cansado en relación al trabajo. La guía de referencia ICD-11 menciona que “el estrés laboral crónico” se caracteriza por: (1) la sensación de agotamiento, (2) sentimientos negativos o cinismo en cuanto al trabajo, y (3) sensación de ineficacia y falta de realización (mi traducción).
Es interesante que este fenómeno está directamente relacionado con el contexto laboral. Pueda que las personas experimenten agotamiento en otros contextos y por otras razones, pero burn-out, en particular, se refiere al entorno de trabajo. Como investigador de comportamiento organizacional, esa aclaración se me hace importantísima, ya que el problema no se le puede adjudicar a los individuos por no ser capaces de manejar el estrés laboral, sino que nos obliga a examinar las condiciones de trabajo, a través de diferentes campos e industrias, que conducen a la manifestación de este síndrome que amenaza la salud mundial. Por lo tanto, no sólo debemos procurar ayudar a las personas con estrategias de manejo de estrés, sino que también debemos desafiar los factores laborales y organizacionales que han influido para que este síndrome se convirtiera en una especie de epidemia.
¿Por qué ha incrementado el agotamiento mental, físico, y espiritual en el contexto laboral?
En los próximos días, me propongo examinar el problema del síndrome de burnout y algunos recursos que ofrecen soluciones desde la óptica de la ciencia social.
1 International Classification of Diseases Eleventh Revision (ICD-11). Geneva: World Health Organization; 2022. License: CC BY-ND 3.0 IGO. Consultado el 21 de agosto de 2022 (https://icd.who.int/browse11/l-m/en#/http://id.who.int/icd/entity/129180281?view=G0).