Las neuronas son las células que procesan los estímulos y la información. Están compuestas por dendritas (ramificaciones para recibir impulsos eléctricos de otras neuronas), una fibra llamada axón que está recubierta por mielina (que protege la neurona y agiliza la transmisión), y un núcleo.

Las neuronas no tienen contacto directo las unas con las otras, sino que existe una brecha entre ellas llamada sinapsis. Si bien las neuronas transmiten impulsos eléctricos, esos impulsos causan una reacción química en las sinapsis, liberando así neurotrasmisores. No todas las neuronas son iguales ni todas cumplen las mismas funciones. 

Otras células que operan en el cerebro son las “gliales”. Estás células proveen soporte estructural a las neuronas, las abastecen y optimizan su funcionamiento. Recordemos que las neuronas no se regeneran; nacemos con un número determinado de neuronas, algunas de las cuales se deterioran o mueren en el transcurso de nuestra vida. Por lo tanto, las células gliales juegan un papel importante en proteger nuestras neuronas. 

Existen unas neuronas que son importantes para nuestro estudio sobre el aprendizaje y la memoria, estás se conocen como “neuronas espejo”. Estas neuronas se activan cuando uno realiza una acción o cuando uno percibe a otro realizando una acción similar. Es decir, a pesar de que uno esté observando el comportamiento de otro, las neuronas espejo se activan como si uno mismo estuviera realizando ese comportamiento. Se cree que estas neuronas espejo juegan un papel esencial en la socialización y el desarrollo de habilidades sociales. Tienen que ver con un aprendizaje mimético y parecen activarse cuando experimentamos estímulos emocionales como cuando sentímos empatía.


Bibliografía

Gluck, M., Mercado, E., Myers, C. E. (2009): Aprendizaje y memoria: Del cerebro al comportamiento. México, DF: McGraw-Hill Education. 

Sousa, D. (2017). How the brain learns. Thousand Oaks, CA: CORWIN.